La Junta Directiva de la Asociación Española de Riegos y Drenajes (AERYD), acordó celebrar el próximo XXXVII Congreso Nacional de Riegos en Extremadura por haber trascurrido varias ediciones sin realizarlo en esta zona. La vuelta a tierras extremeñas, tras un paréntesis de 16 años, desde la celebración en Mérida del 21º CNR en 2003, y la celebración de las VIII Jornadas Técnicas sobre Riegos también en Mérida en 1990, supone una nueva toma de contacto con la región, que va a permitir, sin duda, comprobar la evolución regional del sector en dicho periodo.
Se contactó con las Federaciones de Comunidades de Regantes FERTAJO y FERGUADIANA, la Secretaría de Desarrollo Rural y Territorio de la Junta de Extremadura, y otras entidades e instituciones locales, que han brindado todo su apoyo para que se celebre en Extremadura.
Tras evaluar diversas posibilidades y tras sopesar distintas circunstancias se acordó celebrar en Congreso en las instalaciones de FEVAL en la población de Don Benito (cuyo Excmo. Ayuntamiento se mostró entusiasmado con la decisión).
Dicha población, capital de las Vegas Altas, está situada en el centro de una de las zonas agroindustriales más dinámicas del país, y es uno de los lugares donde mejor se puede apreciar cómo la coordinación entre la inversión pública y el esfuerzo de la iniciativa privada puede transformar el territorio, empleando inteligentemente sus recursos para mejorar la vida de sus habitantes, sin perder los valores tradicionales del campo y del entorno natural.
Desde los años 40 y en el marco de una planificación integral iniciada en el primer tercio del siglo XX se llevó a cabo en toda la provincia de Badajoz un proceso de inversión pública muy importante, que permitió una transformación socioeconómica de la que más de 60 años después pueden verse las consecuencias.
Esta transformación tuvo como protagonista principal al regadío, herramienta que permite al generar riqueza en entornos locales fijar población al territorio y es, además de las actividades humanas más respetuosas con el entorno, por su propia naturaleza y por los métodos empleados para su realización.
En el horizonte del tercer ciclo de planificación y con el objetivo de cumplir las determinaciones de las directrices europeas, hay que preguntarse y tratar de dar respuesta a la pregunta de qué nos deparará el futuro para este sector y cuáles deban ser los métodos y técnicas empleadas para mantener el impulso y no caer en un estancamiento empobrecedor.
Este XXXVII Congreso Nacional de Riegos representa la oportunidad de que todos los sectores implicados dispongan de un entorno de encuentro y desde la perspectiva histórica de lo ya realizado consideren cuáles deben ser los motores que generen el nuevo impulso que alumbrará el regadío del futuro.
Este entorno optimiza lo mejor de lo ya logrado, permite constatar cómo el riego ha sido la palanca que ha permitido desatascar la inmovilidad de ciertas situaciones socioeconómicas ancladas en unas tradiciones basadas en la resignación y arrancar el movimiento hacia realidades más prósperas.
La sucesión de retos que la globalización, el cambio climático, la competencia por los recursos naturales y la demanda de la sociedad porque el crecimiento económico demuestre su sostenibilidad día a día debe ser enfrentada con inteligencia y resolución.
Desde este pequeño punto del territorio más rural del interior de la península, equidistante de referentes históricos como Trujillo (con su aroma de epopeya de ultramar) y Mérida (con su robusto basamento de cultura romana) convocamos a todos los interesados a que colaboren en manifestar la pujanza actual y futura de una actividad económica anclada en la más profundas raíces del ser humano y en el seno primordial de la naturaleza.